Categorías



Diana Damrau, el color de la voz y el sonido de una declaración de amor

(escrito en diciembre de 2009)

Michael Thallium & Diana DamrauEran las dos únicas entradas que quedaban a la venta. Hace apenas tres días, una buena amiga me había llamado por teléfono para decirme que creía que actuaba, en el Teatro Real de Madrid, esa soprano que a mí me gustaba tanto, una tal Diana Nosequé. Yo respondí: ¿Te refieres a Diana Damrau? ¡Dicho y hecho! Compré las entradas e invité a mi amiga a que escuchara el color de una voz espectacular y prodigiosa. Este era el mejor regalo de Navidad que se me ocurrió que podía hacerle a quien me había informado de la presencia de la Damrau –ignorante yo de ella– en Madrid…¡Y di en la diana! Curiosamente –entresijos del destino–, amén de disfrutar del concierto, mi amiga fue testigo de una declaración de amor única e irrepetible… pero de eso hablaré más tarde.

Diana Damrau es lo que en la jerga del canto se conoce como una soprano de coloratura, una especialista en ejecutar melismáticos adornos virtuosistas en las melodías. La palabra coloratura viene del italiano y hace referencia al color. Sin duda, la inefable voz de esta afable soprano alemana es colorida, muy colorida, pero Diana es más que una voz: es una artista, es una actriz, es una intérprete excepcional, es la voz de los colores de las emociones. ¡Qué prodigioso poder pintar emociones con la voz! Eso es lo que hizo Diana Damrau la noche del 23 de diciembre de 2009 en el Teatro Real de Madrid: pintó de bellísimos colores el lienzo de mi corazón, acarició mis oídos con su pincel sonoro y me dejó con un hermosísimo cuadro pintado en el alma digno de ser expuesto en el Louvre de París, el Museo del Prado de Madrid o el Guggenheim de Nueva York.

Al terminar el concierto, hice cola para poder hablar con ella, aunque solo fuera por unos minutos. Tenía claro lo que quería decirle. Mientras llegaba mi turno, entablé conversación con un grupo de músicos estudiantes de canto y con un pianista. Amenicé la espera compartiendo opiniones y gustos musicales con ellos. Habían venido desde Córdoba a Madrid para ver y escuchar a Diana Damrau y regresaban esa misma noche a la ciudad de la Aljama, 800 km en un día. Para ellos va mi reconocimiento por su meritoria pasión por la música.

Y, entonces, me llegó el turno… Allí estaba ella, sentada y sonriente. Su voz me había enamorado hacía tiempo, pero al verla allí, tan hermosa como simpática, me deslumbró y me enamoré de toda ella. Tenía poco tiempo, así que fui al grano. Fue mi primera declaración de amor en alemán. La miré a esos preciosos ojos y le dije que la amaba, que estaba completamente enamorado. Ella rió. Mi amiga nos hizo una foto. Yo hice una foto a los cordobeses con Diana y me fui más contento que unas pascuas.

¡Ay, Diana, si tú supieras que hace apenas un mes declaré a mis amigos que yo quería una novia como tú! Entonces, ni se me pasó por la cabeza que, un mes más tarde, tendría la oportunidad de declararme a ti en toda regla: Diana, ich habe mich unsterblich in dich verliebt! Dicho en castellano llano: ¡Hasta las trancas, de ti y de tus colores, me he enamorado! Y es que yo también quise pintar tu vida con el sonido de una declaración de amor…

Michael Thallium

6 comments to Diana Damrau, el color de la voz y el sonido de una declaración de amor

Leave a Reply

 

 

 

You can use these HTML tags

<a href="" title=""> <abbr title=""> <acronym title=""> <b> <blockquote cite=""> <cite> <code> <del datetime=""> <em> <i> <q cite=""> <strike> <strong>