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Un cuerpo sano nos engrandece

Adaptación al español del original inglés por Michael Thallium. Si deseas leer el original en inglés, visita: The Joys of Teaching de Amit Nagpal. “Moving up from good to great” (Ascender de lo bueno a lo grande) es una columna mensual sobre cómo llegar a ser un gran ser humano y ofrece dos opiniones sobre el tema desde oriente (Amit Nagpal, en la India) y occidente (Michael Thallium, en España).

UN CUERPO SANO NOS ENGRANDECE
Opinión de Amit Nagpal

Amit Nagpal es un consultor de marca personal y coach para el éxito mundial. Amit tiene su base en Nueva Delhi, India y está especializado en marca personal con un toque holístico. Su filosofía es "amplíate como ser humano, sé excelente como ser en las redes sociales y evoluciona como ser de marca personal".

Amit Nagpal es un consultor de marca personal y coach para el éxito mundial. Amit tiene su base en Nueva Delhi, India y está especializado en marca personal con un toque holístico. Su filosofía es "amplíate como ser humano, sé excelente como ser en las redes sociales y evoluciona como ser de marca personal".

Un cuerpo sano nos engrandece. ¿Lo hace? Bien, ¡creo que sí! Adentrémonos en el artículo y veamos si estás de acuerdo. Nos centraremos en dos asuntos: por qué existe la necesidad de estar sano y cómo puedes mantenerte sano.

Come sanamente
La primera cosa para tener un cuerpo sano es comer alimentos sanos y nutritivos. A la comida rápida también se la llama comida basura, así que no necesito decir nada más. Puedes tomar suplementos vitamínicos o minerales, pero asegúrate de que están dentro de los límites prescritos (es mejor que lo consultes con un médico). En los países desarrollados se ha informado de una enfermedad llamada “vitaminización”, que es el resultado de una ingesta excesiva de vitaminas. “Nutracéutico” es un nuevo término que ha surgido de la combinación de ‘nutrición’ más ‘farmecéutico’.

El médico del futuro ya no tratará al ser humano con medicamentos, sino que más bien curará y prevendrá las enfermedades por medio de la nutrición.

Ejercicio
Haz ejercicio físico habitualmente. Comprende las necesidades únicas de tu cuerpo. Caminar y nadar son algunos de los mejores ejercicios. Encuentra alguien que te acompañe. Baila con la música. Hazte un poco más disciplinado para lo cual puedes compartir tus objetivos con amigos en las redes sociales. Da un paseo en la naturaleza o sal a correr con tu perro si lo deseas. Encuentra algo con lo que disfrutes y, “sencillamente, hazlo”.

Escucha las necesidades de tu cuerpo
En la India se practica la meditación vipásana que no consiste más que en escuchar tu cuerpo. Requiere que concentres tu atención y energía en distintos puntos del cuerpo, lo cual te ayuda a sentir las sensaciones (y a veces los dolores o molestías ocultos). La Dr. Sonica Krishan, especialista en medicina tradicional india (Ayurveda) habla de la sanación del dosha y de encontrar la estructura única y los problemas de nuestros cuerpos.

Trátalo con dignidad y amor
Trata tu cuerpo con dignidad y amor. Respeta el regalo de Dios que alberga tu mente y alma. Una vez que te hagas consciente de cada pensamiento, tratarás a tu mente con dignidad. Una vez que te hagas consciente de cada bocado que das, tratarás a tu cuerpo con dignidad. Una vez que te hagas consciente de tu “interconexión” con el Universo (y con la vida), tratarás tu alma con dignidad.

Todo está bien. No hay necesidad de apresurarse. Comienza con pequeños pasos. Acuérdate de respirar conscientemente, el universo te cuidará y apoyará en todo lo demás.

A propósito, ¿estás de acuerdo con que un cuerpo sano nos engrandece? Háznoslo saber con tus comentarios.

“Cuídate a lo grande. Cuanto más saques de ti, más serás capaz de dar a los demás. Crea una vida extraordinaria – una vida normal a la que le has añadido solo ese extra de dedicación, compromiso y amor.” – Tony Robbins

UN CUERPO SANO NOS ENGRANDECE
Opinión de Michael Thallium

Michael Thallium es un coach mundial para la grandeza con sede en España. Michael ha pasado muchos años de su vida viajando por muchos países y continentes, navegando los mares, surcando los cielos alrededor del mundo. Desde 2008 está dedicado a sus pasiones: coaching, idiomas, comunicación y música.

Michael Thallium es un coach mundial para la grandeza con sede en España. Michael ha pasado muchos años de su vida viajando por muchos países y continentes, navegando los mares, surcando los cielos alrededor del mundo. Desde 2008 está dedicado a sus pasiones: coaching, idiomas, comunicación y música.

He de reconocer que me enzarcé conmigo mismo para superar algunas resistencias a la hora de escribir este artículo. Ya llevo luchando con mi peso algunos años y, aunque en el pasado logré algunos resultados cuando me ocupé de lo que comía y hacía ejercicio físico, aún no estoy del todo satisfecho. A veces hay personas que vienen y me dicen (no solo sobre este asunto, sino sobre muchos otros): “¿Y tú eres coach?” Y lo que implícitamente quieren decir con ello es: “Oye, que no puedes cometer ningún error”. Bien, señoras y señores, sí, los coaches también cometemos errores… ¡y en mi caso un montón! Eso, en cambio, no me impide afirmar que ¡un cuerpo sano nos engrandece!

No voy a hablar de un cuerpo sano desde el punto de vista estético. Como dice el proverbio latino Nulla aethica sine aesthetica; nulla aesthetica sine aethica (Ni ética sin estética, ni estética sin ética). Eso me lleva al enfoque holístico o integral. Cuando digo “cuerpo sano”, quiero decir el cuerpo de una persona “integral”, una persona que “integra” los cuatro tipos de inteligencias: corporal (física), mental (intelectual), emocional y espiritual. Eso quiere decir que para tener un cuerpo sano hemos de trabajar en esas cuatro áreas, no solo en la física.

Sin embargo, hoy quisiera concentrarme en un único asunto: la nutrición. Y quiero disculparme ante todas esas personas en el mundo que tienen muy poco o nada que llevarse a la boca. Si te encuentras entre ese tipo de personas y alguna vez lees este artículo, te pido disculpas si te resulta un poco frívolo hablar de un tipo de nutrición que concierne más al llamado “mundo desarrollado”, a esos países (una minoría en el planeta) donde hay bienestar en comparación con otras regiones del mundo más pobres.

Si lo piensas un poco, comer es uno de las relaciones más “íntimas” que mantenemos a diario. No somos conscientes de que cada vez que comemos, estamos tomando algo de afuera (externo) y lo metemos en nuestros cuerpos. Los alimentos se transforman y se convierten en parte de nosotros. En ese mismo instante, estamos relacionándonos con el resto del mundo. Solo pensamos en comida, pero no es solo comida. En los países ricos hay un número de enfermedades relacionadas con el bienestar económico que podrían prevenirse e incluso pararse en seco si pusiéramos más atención a lo que comemos: obesidad, enfermedades cardiovasculares, cáncer…

No sé si has oído hablar de “El estudio de China”, pero te recomiendo que leas con espíritu crítico lo que el Dr. T. Colin Campbell tiene que decir al respecto de la nutrición y las enfermedades relacionados con el bienestar económico. Todo comenzó en la India, allá por 1968, cuando dos investigadores, T. V. Madhavan y C. Gopalan, descubrieron que la aflatoxina (una sustancia cancerígena) en combinación con un 20% de proteína animal en la dieta de un grupo de cobayas conducía al desarrollo de cáncer de hígado mientras que otro grupo de cobayas que comían solo un 5% de proteína animal no desarrollaban esa enfermedad. No cabía duda: la nutrición estaba relacionada con el cáncer. Sin embargo, no pareció que esta investigación se tuviera mucho en cuenta en los países “ricos”. Años más tarde, el Dr. T. Colin Campbell, quién sí que tuvo en cuenta aquella investigación, llegó a la misma conclusión con humanos. Su proyecto de investigación, conocido como el Estudio de China, produjo más de 8.000 asociaciones estadísticas relevantes entre varios factores dietéticos y enfermedades. Para abreviar: las personas que comían más alimentos de origen animal desarrollaban más enfermedades crónicas; las personas que comían más alimentos de origen vegetal eran las más sanas y tendían a no padecer enfermedades crónicas.

En los países “ricos”, tendemos a emplear medicamentos para resolver cualquier problema de salud. Y no nos damos cuenta de que simplemente cambiando algunos hábitos alimentarios y haciéndonos más conscientes de los alimentos que “metemos” en nuestros cuerpos, ahorraríamos dinero y estaríamos más sanos. ¿Has oído hablar alguna vez del Dr. Caldwell Esselstyn? Probablemente, él haya hecho más que ningún otro médico por curar las enfermedades cardiovasculares. El Dr. Esselstyn era cirujano, pero un día decidió probar un modo menos agresivo para prevenir y revertir enfermedades empleando para ello la nutrición en lugar de la cirugía. ¡Los resultados fueron simplemente increíbles! ¡Logró lo que ninguna cirugía jamás había logrado! Y, una vez más, la dieta que proponía era de origen vegetal.

Yo no soy vegetariano ni vegano. No como mucha proteína animal y -sobre todo después de indagar un poco sobre este tema- procuro evitar comer proteína animal. No estoy diciendo que tengas que hacerte vegetariano, aunque sí que te recomiendo que leas sobre el Estudio de China y veas por ti mismo los beneficios de una mejor nutrición. Hay suficiente información y hechos para que saques tus propias conclusiones. Eso sí, hay algo que parece destacar: un dieta basada en plantas es mucho más saludable. Así pues, cuando me es posible, evito comer “todo aquello que tenga cara y dientes”. Si no te gusta leer libros o estudios, porque te resulta aburrido, entonces puedes ver un documental llamado “Planeat” (hay una versión con subtítulos en español en http://planeat.tv/). Hazlo con espíritu crítico y abierto: “nada cambia el planeta tanto como el modo en que comemos”. Aquí tienes un avance con subtítulos en español:

Independientemente del lugar del mundo en que te encuentres ahora, ya sea en una región rica o pobre, me daría por satisfecho si haber leído este artículo te ha servido para cuestionar algunos de tus hábitos alimentarios y convertirte en una persona incluso más grande. Recuerda: ¡un cuerpo sano te engrandecerá! Piensa en ello cuando te lleves ese próximo bocado a la boca.

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