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De la felicidad y la dicha: SALUD

¿Cuánto tiempo dije que transcurriría desde mi anterior artículo en este blog? Sí, unos 604.800 segundos; o lo que es lo mismo, una semana. Sí, el tiempo pasa rápidamente. ¡Sobre todo si has logrado fluir! Cuando comencé a escribir esta serie de artículos sobre la felicidad y la dicha, me inspiré en un curso del Raj Raghunathan titulado “Una vida de felicidad y plenitud” (al final del artículo encontrarás un enlace al curso). Si no has podido leer los tres artículos anteriores o no has hecho los ejercicios que propuse en ellos, aquí tienes los enlaces:

Lectura no compartida es conocimiento desaprovechado y experiencia no vivida. En este cuarto artículo de la serie, propondré el ejercicio n.º 4 que no es mi favorito, por razones que explicaré más abajo. Sin embargo, probablemente sí que sea el que más beneficios físicos y personales aporte.

GUIÑO¿Cuál es el pecado capital número 4 contra la felicidad? Ser demasiado controlador, querer tenerlo todo controlado (“Si todo el mundo se comportara como yo quiero, si hicieran lo que yo digo, seguro que el mundo iría mucho mejor. No entiendo por qué los demás no lo ven así.”). Me refiero al deseo de controlar el entorno externo, al control externo.

Hay estudios que demuestran que las personas que controlan sus decisiones tienden a vivir más que las que no. Sin embargo, cuando ese control se vuelve “sobrecontrol”, entonces, bajan los niveles de felicidad y satisfacción.

Cuando uno controla demasiado a otras personas, la respuesta suele ser negativa, pues al igual que queremos controlar a los demás, los demás tienden a no querer que les controlen. También hay personas que quieren “sobrecontrolar” los resultados. Aquí introduzco el concepto de “reactancia psicológica”. ¡Toma “palabro”! No ahondaré en él, pero lo definiré como esa reacción emocional de rebeldía que una persona siente cuando se la presiona excesivamente para que adopte un punto de vista o realice algún acto. Este concepto también está relacionado con la “psicología inversa” y la “ansiedad psicológica” (al final del artículo encontrarás algunos enlaces sobre estos temas).

Cuando los demás no se comportan como queremos, tendemos a enfadamos, nos frustramos y desengañamos. Y eso afecta a la toma de decisiones. No tengas miedo de rodearte de personas que te contradigan. Es más, ¡rodéate de personas que no teman contradecirte!

Igualmente, cuando intentamos controlar demasiado los resultados, nos volvemos más supersticiosos. En esencia, hay dos formas de perseguir los resultados:

  1. perseguir resultados de la mejor forma: EN ARMONÍA.
  2. perseguir resultados de la peor forma: OBSESIVAMENTE.

La “persecución obsesiva” de lo que te apasiona ocurre cuando eso que te apasiona te controla a ti en lugar de tú a ello. El antídoto contra el “sobrecontrol” externo es: TOMAR LA RESPONSABILIDAD PERSONAL DE TU FELICIDAD (nunca culpar a los demás o a las causas externas).

¿Cómo controlar las emociones? ¿Es posible ser feliz si te ocurre una desgracia? En teoría, sí que es posible. No hay más que dominar los pensamientos, pero ello no significa que sea fácil. De hecho, no lo es en absoluto. Es difícil, pero se puede aprender: se necesita TIEMPO y PACIENCIA. Solemos encontrar dos obstáculos internos:

  • Cierto tipo de pesimismo (”¡Pero cómo voy a ser feliz si realmente me ocurren cosas malas!”). Roma no se construyó en un día. La clave está en fluir. Al fluir, dejamos de ser pesimistas. En realidad, la pregunta que hay que hacerse es esta: ¿puedo mantener el control de mis emociones cuando ocurren las cosas típicas del día a día, esos lugares comunes por los que transitamos cada día?
  • Un concepto erróneo: “Claro, si controlo mis emociones y la gente lo sabe, más de una persona se aprovechará de ello”. En realidad, eso no ocurre. Ahora bien, no responsabilizar a la otra persona de tu propio enfado, no significa que no puedas hacerla responsable de sus errores. Cuando perdemos el control sobre nuestras emociones, es mucho más probable que tomemos decisiones erróneas. Al igual que uno ha de dar inteligentemente para evitar “quemarse” (altruismo creativo), uno también tiene que controlar sus emociones de forma inteligente.

Así pues, controlar nuestras emociones, nos sirve para evitar ser “demasiado controladores” (de los demás y de los resultados, es decir, control externo). Hacerte responsable de tu felicidad personal te da una mayor sensación de control interno, disminuye tu deseo de control externo y te hace ser menos propenso a querer controlar todo demasiado. Así pues, hay que trabajar el “control interno”.

Dos estrategias para hacerse con el control interno:

  • aprender tácticas sencillas para regular las emociones,
  • llevar un estilo de vida más saludable.

¿Cuáles son esas tácticas sencillas?

  • selección de situación (evitar situaciones que evocan emociones no deseadas),
  • etiquetar las emociones (poner nombre a la emoción que sientes en ese momento),
  • despliegue de la atención (dirigir tu atención hacia cosas positivas y desviarla de las negativas). Aquí menciono (otra vez sin ahondar) el “sesgo de autoservicio”, o “sesgo por interés personal”, que es uno de los dos errores fundamentales de la “teoría de la atribución”; aparece cuando la gente solicita con mayor interés responsabilidad para los éxitos propios que para los fracasos o fallos también propios, dicho en castellano llano, la tendencia a la sobrevaloración (al final del artículo encontrarás un enlace sobre esta tendencia) y
  • re-evaluación cognitiva (reinterpretar las situaciones para sentirte mejor al respecto de ellas, es decir, poner las cosas en perspectiva).

¿Cómo llevar un estilo de vida más saludable? Apreciando la incertidumbre y la falta de control, es decir, ver lo positivo de la incertidumbre.

El ejercicio de esta semana consiste en analizar el estilo de vida que lleva cada uno y hacerlo más saludable si es el caso. Para ello, abordaremos tres enfoques:

  • comer mejor (nutrición),
  • moverse más (ejercicio físico) y
  • dormir mejor (descansar bien).

¡Come, muévete y duerme!

La enfermedad de estar sentado. Hay estudios que confirman que pasar 6 horas sentado son perjudiciales para la salud. Hay que moverse constantemente durante el día (no basta con hacer una hora de ejercicio físico y pasar 8 horas sentado). Por eso, los que tenemos profesiones en las que pasamos muchas horas sentados, tenemos que apañárnoslas para crear pequeñas estrategias que nos hagan movernos un “pelín” más.

En cuanto al sueño, se estima que lo apropiado son 7 horas de sueño. La falta de sueño nos hace tener peor aspecto físico, tomar peores decisiones. La privación de sueño al volante es como estar borracho. La falta de sueño también produce insatisfacción en el trabajo y favorece el estrés.

¿Qué hacer y qué no hacer al respecto? Sugerencias:

COMER
1 ten a mano alimentos o picoteo sano,
2 come en platos más pequeños (se disminuye la cantidad de comida),
3 come en platos que no sean de color blanco (los colores oscuros son mejores),
4 lleva contigo algo de picar que sea sano,
5 comienza las comidas con alimentos sanos,
6 desayuna bien y sano.

MOVERSE MÁS A LO LARGO DEL DÍA
1 hazte con un podómetro,
2 haz pausas de 2 o 3 minutos cada 30 minutos y muévete,
3 haz ejercicio en casa,
4 haz ejercicio por la mañana al levantarte,
5 haz algo que te resulte agradable para moverte.

DORMIR
1 minimiza las fuentes de luz (móviles, aparatos electrónicos),
2 utiliza una máquina de “ruido blanco” que suene suavemente de fondo,
3 baja la temperatura de la habitación (más fresca).

EJERCICIO N.º 4: ALIARSE PARA UNA VIDA SALUDABLE
El objetivo de este ejercicio (que como dije al principio no es mi favorito, porque requiere ser muy disciplinado y eso es algo que tengo que trabajar) es mejorar el estilo de vida así como ese afán por querer tenerlo todo bajo control. Así que este ejercicio es el que requiere más disciplina, pero también es el que aporta mayores beneficios.

Paso 1
Crear un plan de vida saludable que te funcione a ti (COMER BIEN, MOVERSE MÁS Y DORMIR MEJOR)
Nota: ¡Ojo! Nada de agobiarse con este ejercicio. Que cada cual lo adapte a sus circunstancias. De lo que se trata es de ser conscientes del estilo de vida que cada uno lleve y de mejorar aquellas áreas que cada cual considere oportunas.
IMPORTANTE: Si necesitas un recordatorio diario durante una semana que te sirva para ser más consciente de este ejercicio, alíate con un amigo o familiar que te lo recuerde todos los días (por correo, móvil o lo que sea).

Una vez que hayas creado tu plan (no dejes para mañana lo que puedas hacer ya), responde a las siguientes preguntas:
¿Te ha costado mucho ceñirte a tu plan? Si lo has logrado con éxito, ¿a qué atribuyes tu éxito? Si no, ¿por qué?
¿Qué piensas hacer para ceñirte mañana (o más tarde hoy) a ese plan?

(ESTAS PREGUNTAS HAY QUE HACÉRSELAS TODOS LOS DÍAS DURANTE 7 DÍAS. Ya dije que había que tener disciplina)

Paso 2
Al cabo de 7 días responde a las siguientes preguntas:
¿Cuál fue tu plan semanal de vida saludable?
¿Te costó trabajo ceñirte a él?
¿Notaste algún efecto en tu bienestar y en tu deseo de querer tenerlo todo controlado?
¿Qué te pareció participar en este ejercicio?

He aquí algunos enlaces de interés:
Una vida de felicidad y plenitud
Reactancia psicológica (presentación en Prezi)
Psicología inversa
Ansiedad psicológica (documental)
Tendencia a la sobrevaloración
Come, muévete, duerme (libro)

Hasta la próxima semana. Entretanto, ¡que la dicha te acompañe!

Michael Thallium

Global & Greatness Coach
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