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De la felicidad y la dicha: CONFIANZA

ConfianzaEl tiempo no corre, vuela… ¡y vuela alto! Una semana más desde que escribí el último artículo de la serie “De la felicidad y la dicha”. Confieso que el ejercicio que más me está costando es el de seguir “Plan saludable” que presenté en mi anterior artículo. Por si no has podido leer o quieres repasarlos, aquí te dejo los enlaces a los anteriores ejercicios de esta serie:

En esta ocasión, hay una pequeña novedad: dos pecados capitales contra la felicidad en lugar de uno y… ¡dos ejercicios! (¡NOOOOOOOOO! ¡Más ejercicios noooooo!)

El pecado capital n.º 5 contra la felicidad es: DESCONFIAR DE LOS DEMÁS

Básicamente, hay dos tipos de comportamientos respecto de la confianza: la desconfianza instintiva y la confianza proactiva. Ciertamente, en nuestro ADN, en nuestra base neuronal, hay un “mecanismo” que nos hace desconfiados por naturaleza, pero cuando esa “desconfianza” es “enfermiza”, nos impide ser felices. Al final del artículo pongo un enlace a un interesante video sobre cómo confiar en los demás hace que se segregue más oxitocina en el cerebro. La oxitocina nos hace más generosos.

¿Cómo superar, entonces, esa tendencia a desconfiar de los demás? ¿Cómo mostrar confianza proactiva? Hay una serie de estrategias que podemos emplear para aumentar la confianza. Por lo general, se puede confiar en las personas más de lo que creemos. Desafortunadamente, las noticias y los medios de comunicación contribuyen a que nuestro nivel de “confiabilidad” baje enormemente. Así pues, una forma de aumentar nuestra confianza en los demás es tener presente ese hecho: LAS PERSONAS SOMOS MÁS CONFIABLES DE LO QUE PENSAMOS. Confiar en los demás nos sirve para crear un círculo de personas confiables de las que rodearnos.

Otra forma de aumentar la confianza es minimizar el daño psicológico de sentirse herido. No es fácil. Requiere práctica y autoconsciencia.

En las relaciones uno debería proceder con el entusiasmo de un arqueólogo que excava en las emociones del otro y las descubre con mimo y admiración, consciente de la delicadeza y relevancia de su hallazgo.

Para aumentar la confianza, tenemos que perdonar. El perdón nos hace más felices. Por tanto, si no sabemos perdonar, aprender a perdonar nos hará más felices. Pero, claro, la pregunta ahora es: ¿cómo vas a perdonar a alguien que ha traicionado tu confianza? He aquí tres cosas que recordar cuando uno piense que no puede perdonar:

  1. Empatizar con la persona que se vio arrastrada a engañar.
  2. Recordarte a ti mismo que no eres superior a las personas que te han engañado.
  3. Permitirme adoptar una actitud de perdón hacia esas personas que me engañan.

EJERCICIO 1: “Escribir, pero no enviar, una carta de perdón”
Este ejercicio conlleva escribir una carta de perdón a alguien que te haya tratado mal (pero a diferencia de la carta de gratitud del segundo artículo de esta serie, NO TIENES QUE ENVIÁRSELA AL DESTINATARIO). Consta de tres pasos:

  • Paso 1: recordar el incidente.
  • Paso 2: escribir la carta de perdón.
  • Paso 3: lograr el “cierre psicológico” de ese incidente.

Advierto de que este ejercicio es uno de los más difíciles porque a la mayoría de nosotros nos resulta muy difícil librarnos del enfado que nos ha provocado alguien que nos ha tratado injustamente. Pero aún así, mantener el enfado y el resentimiento nos hace más daño a nosotros mismos que a los demás.

El pecado capital n.º 6 contra la felicidad:
DESCONFIAR DE LA VIDA

Aunque la vida sea extremadamente impredecible, hay que confiar en ella. Para ser felices, tenemos que desapegarnos de los resultados. ¿Cómo ser felices, entonces, sin confiar en los resultados? La meta es el camino (el proceso es la fuente de felicidad, no el resultado). Una buena estrategia es desvincular la felicidad de los resultados.

Según algunos estudios, las personas prefieren estar ocupadas a estar ociosas siempre que tengan una razón para estar ocupadas. Es decir, que cuando tenemos un propósito, estar ocupados nos hace más felices que estar ociosos (suena un poco extraño, pero hay estudios que lo demuestran). Y parece ser que, cuando tenemos un propósito estamos más predispuestos a disfrutar del camino, no del resultado. Está muy bien tener una preferencia por un determinado resultado antes de que este llegue (si llega), pero una vez que el resultado ha ocurrido, no hay que juzgarlo como “bueno” o “malo”. Esa actitud nos sirve para desvincularnos del resultado y disfrutar más del proceso.

Hay tres tipos de enfoques hacia el resultado:

  1. Persecución obsesiva de una pasión.
  2. Persecución indiferente de una pasión.
  3. La persecución “desapasionada de una pasión”.

Este último enfoque (el n.º 3) es el más eficaz, porque conlleva preferir algún resultado antes de que suceda, pero poder cambiar esa preferencia una vez que ha sucedido.

Estrategias:

  • Reflexionar sobre los resultados negativos del pasado (con el tiempo suelen percibirse como menos negativos de lo que fueron en su día).
  • Buscar acontecimientos negativos que al final hayan resultado positivos a la larga.

Antídoto: SÍ QUE SE PUEDE CONFIAR EN LA VIDA.

Las creencias subjetivas pueden dar forma a la realidad objetiva. ¿Siempre? No siempre, pero más veces de las que pensamos. De lo que se trata es de tener (o desarrollar) la habilidad de ver más allá de la realidad superficial.

EJERCICIO N.º 2:
“Las tres cosas malas con un giro inesperado”, es decir, tres cosas que empezaron como algo malo pero que en algún momento dieron un giro inesperado y, al final, fueron positivas. (No se trata de buscar cosas extremadamente negativas, sino de cosas que en principio no tenían buena pinta, pero que a la postre fueron positivas). Hay que pensar en las consecuencias positivas.

Busca tres cosas ligeramente negativas y, luego, “ata cabos” y saca tres consecuencias positivas de cada una de ellas. Esto hay que hacerlo todos los días durante 7 días, y al octavo día, responde a las siguiente preguntas:

  • ¿Fue fácil o difícil? ¿Por qué?
  • ¿Cómo te sientes ahora que sientes que ningún acontecimiento es “puramente” positivo o negativo? ¿Sientes más confianza o menos?
  • ¿Te resulta más fácil ahora ver las consecuencias positivas de algo negativo? Elabora tu respuesta.

Aquí algunos enlaces interesantes:
Paul Zak: Confianza moral… y oxitocina
Amit Nagpal: La confianza nos engrandece
Las 13 conductas de un líder de gran confianza
Brevedades de la confianza y la sinceridad
Informe mundial sobre felicidad
Una lectura recomendada: Confianza inteligente
Paul Piff: ¿El dinero te hace malvado?
David Steindl: ¿Quieres ser feliz? Entonces, sé agradecido

Dentro de una semana volveré con el último artículo de esta serie. Hasta entonces, ¡que la dicha te acompañe!

Michael Thallium

Global & Greatness Coach
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