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La generosidad nos engrandece

Adaptación al español del original inglés por Michael Thallium. Si deseas leer el original en inglés, visita: Global Personal Branding 3E de Amit Nagpal. “Uncovering our Greatness” (La grandeza al descubierto) es una columna mensual sobre cómo llegar a ser un gran ser humano y ofrece dos opiniones sobre el tema desde oriente (Amit Nagpal, en la India) y occidente (Michael Thallium, en España).

LA GENEROSIDAD NOS ENGRANDECE
Opinión de Amit Nagpal

“No das más que un poco cuando das de tus posesiones. Es cuando das de ti que das verdaderamente.“

Khalil Gibran

Amit Nagpal es un consultor de marca personal y coach para descubrir la pasión más profunda. Amit tiene su base en Nueva Delhi, India y está especializado en marca personal con un toque holístico. Su filosofía es "amplíate como ser humano, sé excelente como ser en las redes sociales y evoluciona como ser de marca personal".

Amit Nagpal es un consultor de marca personal y coach para descubrir la pasión más profunda. Amit tiene su base en Nueva Delhi, India y está especializado en marca personal con un toque holístico. Su filosofía es "amplíate como ser humano, sé excelente como ser en las redes sociales y evoluciona como ser de marca personal".

La palabra ‘generosidad’ me recuerda inmediatamente a mi abuelo paterno. Cuando era pequeño, yo observaba su generosidad, día tras día. Mi abuelo fue ciertamente un modelo para mí y tuvo una fuerte influencia en mí. A veces me hacía preguntarme: “¿Nos hace la abundancia generosos o es la generosidad la que invita a la abundancia en nuestras vidas? ¿O es un círculo vicioso?” La lección más importante que me enseñó fue la de donar sin deseo de fama o mérito. Mi abuelo me recuerda a esa cita bíblica: “Cuando tú hagas limosna, no sepa la izquierda lo que hace la derecha”. Cuanta más pureza tengamos en nuestra generosidad, más estaremos alineados con la abundancia del Universo.

La generosidad no significa ser generoso únicamente con dinero. Podemos dar nuestro tiempo, energía y compartir nuestros dones con pasión y generosidad. Pero sea lo que sea que demos (incluso si es poco), debería ser con intenciones puras no para conseguir algo a cambio. También podemos ser generosos con la gratitud, el ánimo y el aprecio para con los demás.

Creo firmemente que “por lo general, tendemos a ser apasionados cuando hablamos de nosotros mismos y nos falta pasión cuando hablamos de los demás. Y tiene que ser al revés. Deberíamos hablar con pasión de los demás y con humildad de nosotros mismos”. No es una lección que vayamos a aprender de la noche a la mañana, pero con tal de que seamos auténticos al intentarlo y al hacer esfuerzos conscientes, eso está bastante bien.

Es importante que uno crezca continua y conscientemente como persona y que proyecte la sombra de la abundancia interior hacia fuera. Más que atraer lo que pensamos, atraemos a nuestras vidas lo que somos. Cuanto antes aprendamos esta crucial lección, más podremos crecer. Debemos orar todos los días:

“Soy amor incondicional y atraigo amor incondicional.
Soy inmensamente positivo y atraigo inmensa positividad.
Soy abundancia y atraigo abundancia
 en todas las esferas de todas partes.”

La generosidad es algo a lo que aspirar a lo largo de nuestras vidas. Una vez publiqué en Facebook: “Cuando te haces un poquito más consciente mentalmente, tu alma se hace más consciente. Cuando tu alma se hace más consciente, te haces más consciente mentalmente. Poco a poco, el viaje debe continuar”.

¡¡Enlarge (amplíate), Excel (sé excelente) y Evolve (evoluciona)!! No dejo de repetir mi enfoque 3E en la marca personal y mi consciencia no hace más que cuestionarme: “¿Estás predicando con el ejemplo? ¿Te has hecho un poquito menos egoísta y das mas?” Y las preguntas y las respuestas se suceden cada día.

Ahora bien, cuando se trata de palabras, prefiero ser un avaro y evitar ser generoso.

LA GENEROSIDAD NOS ENGRANDECE
Opinión de Michael Thallium
Michael Thallium es un coach mundial para la grandeza con sede en España. Michael ha pasado muchos años de su vida viajando por muchos países y continentes, navegando los mares, surcando los cielos alrededor del mundo. Desde 2008 está dedicado a sus pasiones: coaching, idiomas, comunicación y música.

Michael Thallium es un coach mundial para la grandeza con sede en España. Michael ha pasado muchos años de su vida viajando por muchos países y continentes, navegando los mares, surcando los cielos alrededor del mundo. Desde 2008 está dedicado a sus pasiones: coaching, idiomas, comunicación y música.

Yo diría que mi querido colega indio Amit Nagpal es bastante generoso. Al menos eso es lo que siento desde que comenzamos a colaborar y escribir esta serie de artículos sobre como llegar a ser un ser humano grandioso. Sin embargo, el premio a la generosidad se lo llevan mis padres. Creo que todos tenemos alguien en nuestras vidas que ha sido generoso con nosotros, y experimentar eso nos lleva a ser generosos con los demás. Así pues, la generosidad es algo que se aprende del mismo modo que también se puede aprender lo contrario.

La palabra latina generosus significa “de nacimiento noble, noble, excelente en su especie, de calidad superior”. Generosus estaba relacionada con el verbo genero, que significa “engendrar, producir, traer a la vida, generar”. Así pues, generosidad es la calidad de ser generoso, es decir, de ser amable, comprensivo y no egoísta. Según la Wikipedia, la generosidad es el hábito de dar sin esperar recibir nada a cambio. Conlleva ofrecer tiempo, bienes o talentos para ayudar a alguien que lo necesita.

Hace casi 800 años, en De la liberalidad, Tomás de Aquino hablaba de los conceptos de generosidad y liberalidad. La liberalidad es distribuir los bienes materiales sin esperar ninguna recompensa. Etimológicamente, esta palabra está emparentada con otras como liberal, libertad, libre, libro y largueza. Esta última palabra, largueza, significa ser generoso desde el punto de vista material.

La diferencia entre la generosidad y la liberalidad es parecida a la que existe entre ser y tener. Uno es generoso al anteponer el decoro (quien uno es) a la utilidad y el interés. En otras palabras, uno es liberal cuando comparte los bienes materiales (lo que tiene) entre los demás.

El espíritu de la generosidad nos engrandece. Todos podemos programar lo que damos, ya sea lo que tenemos o quienes somos. La amabilidad es gratuita y todos podemos empezar dando un buen servicio a los demás. Por supuesto, si no somos ni estrechos de miras ni tacaños, dicho de otro modo, si pensamos en la abundancia, podemos poner en práctica nuestra generosidad momento a momento. Y, aquí, la empatía tiene un papel importante. Al tener empatía podemos crear más oportunidades y escuchar más activamente, dejar de juzgar a los demás y comenzar a dar el beneficio de la duda a la gente. Hace muchos años, aprendí de Stephen R. Covey el concepto de la mentalidad ganar/ganar. ¡Sí, deja que todos ganen! ¡Comparte la información! ¡Da tu tiempo! La primera persona con quien tienes que ser generoso es… ¡tú mismo! Y acuérdate de compartir los méritos cuando sinergices con otras personas.

Investigando en Internet, hace poco di con Anese Cavanaugh, quien cree que la generosidad es un acelerador para alguien que ya vuela alto y un destructor de miedos para alguien que se mueve lentamente. Cuando las cosas se ponen difíciles, hacer partícipes a los demás del espíritu de la generosidad les servirá para darles energía de un modo positivo.

Comencé diciendo que Amig Nagpal es una persona generosa. Uno puede ver el resultado de su generosidad en su libro recientemente publicado The 7 Joys of Life (Las 7 alegrías de la vida), en el cual tuve el honor de participar.

Piensa en esta pregunta: ¿con quién estás siendo generoso hoy?

¿Para qué? ¿Hacia dónde? ¿Y después qué?

Ballaculish, Escocia. Foto tomada por Michael Thallium

Ballaculish, Escocia. Foto tomada por Michael Thallium

Decía Martin Heidegger en el primer capítulo de su “Introducción a la metafísica” de 1935:

“Cuando el más apartado rincón del globo haya sido técnicamente conquistado y económicamente explotado; cuando un suceso cualquiera sea rápidamente accesible en un lugar cualquiera y en un tiempo cualquiera; cuando se puedan ‘experimentar’, simultáneamente, el atentado a un rey en Francia, y un concierto sinfónico en Tokio; cuando el tiempo sólo sea rapidez, instantaneidad y simultaneidad, mientras que lo temporal, entendido como acontecer histórico, haya desaparecido de la existencia de todos los pueblos; cuando el boxeador rija como el gran hombre de una nación; cuando en número de millones triunfen las masas reunidas en asambleas populares, entonces, justamente, entonces, volverán a atravesar todo este aquelarre, como fantasmas, las preguntas: ¿para qué?, ¿hacia dónde?, ¿y después qué?”

Que pases un estupendo día haciendo o produciendo algo, vivenciando algo o amando a alguien, y afrontando un destino inevitable y fatal con una actitud de firmeza adecuada.

Michael Thallium
Global & Greatness Coach
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Coaching “en cristiano”

Jesús Iglesias es químico, inversor en bolsa y socio del proyecto Greatness Coaching Research junto con Michael Thallium.

Jesús Iglesias es químico, inversor en bolsa y socio del proyecto Greatness Coaching Research junto con Michael Thallium.

Como dice Sir John Whitmore -el primer profesional que comenzó a hacer coaching- a esta metodología se la llamó así por no llamarla “el juego interior” (Inner game). No les gustaba cómo sonaba a las empresas británicas y resulta que todavía hoy, para la mayoría de los encuestados, el coaching sigue siendo algo desconocido o tienen una idea equivocada de lo que es. Por ello voy a tratar de explicarlo. Es un pequeño reto porque, como también dice Sir John Whitmore, “el coaching es más fácil practicarlo que explicarlo”.

Lo de “el juego interior” es muy importante, y tiene que ver con el estado mental. Tiene que ver con el autosabotaje, la motivación, la zona de confort, los tipos de pensamientos,… con todo lo que sucede en la mente. Una vez escuché al tenista español David Ferrer cómo gritaba en medio de la pista “Mi cabeza está hecha una mierda”. ¿Me explico con el ejemplo?

Pues bien, para mí un proceso de coaching suele comenzar así: cliente y coach se citan en un lugar en el que el cliente esté cómodo (puede ser su despacho, su casa, una sala alquilada, etc.) y donde no tenga interrupciones. Ambos apagan los teléfonos móviles y comienza la sesión. Será un espacio para la reflexión y la concentración. Y sí, en la sesión, el coach hace preguntas, pregunta mucho (y practica el silencio para dar espacio), y lo hace para que el cliente tome consciencia de la situación en la que está y de lo que debe cambiar para mejorar, sea el área que sea. Se proponen los temas de los que se quiere hablar, se traza un plan de acción, unos compromisos, “deberes” para casa,… Durante el proceso, el coach va a ser la persona de confianza a la que el cliente podrá contar sus inquietudes, sus alegrías, sus temores, sus logros, etc.

Y ahora escribo para ti, futuro cliente. El coach, como profesional que es, te cobrará. A ti directamente o a tu empresa. Cobra por escucharte, por hacerte ver opciones que no veías y por lograr que alcances tus objetivos, entre otras cosas. No es poco, ¿verdad? El coach prefiere hacer coaching para ayudarte a resolver problemas o para que hagas tu trabajo mucho mejor de lo que ya lo haces, ¿Qué te parece alcanzar resultados excelentes?

Otros profesionales a los que también puedes acudir son consultores, asesores, abogados, psicólogos, etc., pero posiblemente te den las mismas soluciones que dan a todos sus clientes, que quizás no te sirvan. Con el coaching las decisiones las tomas tú, nadie toma las decisiones por ti. De ahí las preguntas. El coach saca lo mejor de ti, motivándote.

En España, el coaching todavía se está empezando a conocer. Y es cierto que hay confusión sobre el concepto. Estoy convencido de que es el mejor método para lograr cambios y conseguir objetivos de manera rápida y sostenible en el tiempo. Además obtendrás rentabilidad, prestigio y seguridad. Y, por qué no, cuenta a los que te rodean que tienes un coach, ya verás cómo les pica la curiosidad.

Espero haberte dejado claro qué es y qué no es coaching. Seguro que ya tienes en mente los beneficios que vas a lograr porque eres tú el que obtiene los resultados; el coach te ayuda acompañándote en el proceso.

Desde aquí te animo diciéndote que siempre es mejor comenzar un proceso de coaching que no comenzarlo, y diciéndote que nada malo te va a pasar: lo único que te puede suceder son cosas positivas.

Por cierto, hoy por hoy, puede ser la mejor inversión que hagas. Por el precio de una tablet puedes conseguir muchas cosas. No te lo pienses. Hazlo por ti o hazlo por alguien al que quieras o aprecies… y ponte en acción.

Tus ojos volverán a brillar. ¡Suerte!

Jesús Iglesias
Twitter: @cavaes
Proyecto Greatness Coaching Research

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Elliott Carter (1908-2012) – Descansa en paz

“La gente será mucho más lista y más aguda…

entonces, les gustará mi música.”

Elliott Carter, 1908-2012

¿Ves cosas? ¿Oyes cosas? Muchos de nosotros lo hacemos

Artículo original en inglés de Oliver Sacks, publicado  en la edición del 3 de noviembre de 2012 de The New York Times Sunday Review (para verlo en inglés: AQUÍ). Adaptación al español por Michael Thallium, Global & Greatness Coach.


Foto tomada de www.oliversacks.com

Foto tomada de www.oliversacks.com

LAS ALUCINACIONES sobresaltan y asustan mucho: de repente, uno se encuentra viendo, oyendo u oliendo algo que no está ahí. Inmediatamente, uno se queda perplejo con la sensación de “¿pero qué me está pasando?”. ¿De dónde vienen las alucinaciones? La alucinación es algo convincentemente real, generado por los mismos canales neuronales que la percepción real, pero aún así, nadie más parece verlo. Y, entonces, uno se ve obligado a concluir que algo —algo sin precedentes— le esta pasando en el cerebro o en la mente. ¿Me estaré volviendo loco, quedándome demente, padeciendo un derrame cerebral?

En otras culturas, la alucinaciones se han considerado dones de los dioses o de la Musas, pero en los tiempos modernos parecen estar impregnadas de una ominosa trascendencia para la mente pública (y también para la médica) como presagios de enfermedades mentales o neurológicas graves. Para muchas personas —si no para millones— tener alucinaciones es un horrible secreto que jamás ha de mencionarse, que casi ni uno mismo lo reconoce pero que está lejos de ser algo poco frecuente. La gran mayoría de las alucinaciones son benignas y, ciertamente, en muchas circunstancias son perfectamente normales. Muchos de nosotros las hemos experimentado de vez en cuando, durante un proceso febril o con la monotonía sensorial del desierto o de una carretera vacía, a veces, aparentemente por tristeza.

Muchos de nosotros, mientras estamos tumbados en la cama con los ojos cerrados, esperando a quedarnos dormidos, tenemos las llamadas alucinaciones hipnagógicas —patrones geométricos o caras, a veces paisajes. Dichos patrones o escenas pueden ser muy tenues o ser muy elaborados, con colores brillantes y que cambian rápidamente —la gente suele compararlas con las presentaciones de diapositivas.

Al otro lado del sueño se encuentran las alucinaciones hipnopómpicas que uno ve con los ojos abiertos al despertarse. Estas pueden ser normales (quizás una intensificación de color o alguien que te llama por el nombre) o espeluznantes (sobre todo si se combinan con la parálisis del sueño) —una araña enorme, un pterodáctilo sobre la cama presto al ataque.

Las alucinaciones (visuales, auditivas, olfativas o de otra índole) pueden ir asociadas a la migraña o a ataques, con fiebre o delirio. En los hospitales para enfermos crónicos, en las residencias de ancianos, en las UVI, las alucinaciones son frecuentemente el resultado de la toma de demasiados medicamentos y de las interacciones que se producen entre ellos, agravado por la enfermedad, la ansiedad y un entorno poco familiar.

Pero las alucinaciones también pueden desempeñar un papel reconfortante y positivo —esto es especialmente cierto con las alucinaciones de duelo, en las que se ve la cara o se oye la voz del cónyuge, hermano, padres o hijos difuntos —y posiblemente tenga un importante papel durante el proceso de luto. Dichas alucinaciones de duelo ocurren frecuentemente durante el primer o segundo año del duelo, cuando más se las “necesita”.

Habiendo trabajado en residencias de ancianos durante muchos años, me ha asombrado como muchos ancianos con dificultades auditivas son propensos a las alucinaciones auditivas y, aún más comúnmente, a las musicales —música involuntaria que al principio parece tan real en sus mentes que pueden pensar que se trata de su vecino poniendo el estéreo.

Igualmente, las personas impedidas visualmente pueden empezar a tener extrañas alucinaciones visuales, a veces simples patrones, pero con frecuencia visiones más elaboradas de escenas complejas o de gente normal con vestidos exóticos. Quizás el 20% de las personas que pierden la vista o el oído tienen esas alucinaciones.

Una vez me llamaron para visitar a una paciente, Rosalie, una señora ciega y nonagenaria, cuando empezaba a tener alucinaciones visuales; también se convocó al personal psiquiátrico. A Rosalie le preocupaba que pudiera estar padeciendo un derrame cerebral o enfermando de Alzheimer o reaccionando a algún tipo de medicamento, pero pude tranquilizarla diciendo que no tenía nada de neurológico. Le expliqué que si a las partes visuales del cerebro se les priva de una entrada visual real, estas se quedan con el hambre de la estimulación y puede que se inventen sus propias imágenes. Rosalie se alivió mucho con esto y estaba encantada de saber que hasta había un nombre para su enfermedad: el síndrome de Charles Bonnet. “¡Dígale a las enfermeras —me dijo arrimándose con la silla— que tengo el síndrome de Charles Bonnet!”

Rosalie me preguntó cuánta gente padecía el S.C.B., y le respondí que solo en los Estados Unidos, quizás cientos de miles. Le dije que muchas personas temían mencionar sus alucinaciones. Le hablé de un reciente estudio sobre pacientes ancianos y ciegos que se llevó a cabo en los Países Bajos en el que se halló que solo un cuarto de las personas con S.C.B. lo mencionó a sus médicos — los demás temían hacerlo o les daba demasiada vergüenza. Es solo cuando los médicos preguntan con tacto (frecuentemente evitando la palabra “alucinación”) que las personas se sienten con libertad para admitir que ven cosas que no están ahí —a pesar de su ceguera.

Rosalie estaba indignada con esto y me dijo: “Tiene que escribir sobre ello. ¡Cuente mi historia!” Y sí que cuento su historia con detenimiento en mi libro sobre alucinaciones, junto con historias de otras muchas personas. Muchas de estas personas son reacias a admitir sus alucinaciones. Con frecuencia, cuando lo hacen, se les diagnostica mal o no ni siquiera se les diagnostica nada —se les dice que no es nada o que su enfermedad no tiene explicación.

Equivocarse en el diagnóstico es algo especialmente común cuando las personas admiten que “oyen voces”. En un famoso estudio de 1973 que hizo el psicólogo de Stanford David Rosenhan, ocho “pseudopacientes” se presentaron en varios hospitales del país diciendo que “oían voces”. Todos se comportaban normalmente, pero sin embargo se determinó (y se les trató como a tales) que eran esquizofrénicos (con la excepción de uno a quien se le diagnosticó psicosis maníaco-depresiva). En este estudio y otros que siguieron, el profesor Rosenhan demostró de forma convincente que las alucinaciones auditivas y la esquizofrenia eran sinónimas para la mente médica.

Así como hay muchas personas esquizofrénicas que sí que oyen voces en determinadas ocasiones de su vida, lo inverso no es cierto: la mayoría de la gente que oye voces (tanto como un 10% de la población) no es enferma mental. Para ellas, oír voces es una modo de experiencia normal.

Mis pacientes me cuentan sus alucinaciones porque estoy abierto a oír hablar de ellas, porque me conocen y confían en que normalmente dé con la causa de sus alucinaciones. La mayoría de las veces estas experiencias no resultan una amenaza y, una vez que uno se adapta a ellas, pueden ser incluso ligeramente entretenidas.

David Stewart, un paciente con el síndrome de Charles Bonnet con quien me carteo, escribe que sus alucinaciones son “por lo general agradables” y se imagina a sus ojos diciendo: “Sentimos haberte decepcionado. Reconocemos que la ceguera no es nada divertida, así que hemos organizado este pequeño síndrome, una especie de coda a tu vida con vista. No es mucho, pero es la mejor forma que tenemos de apañarnos.”

El Sr. Stewart ha sido capaz de tomarse sus alucinaciones con humor, dado que sabe que no son una señal de deterioro mental o locura. Para demasiados pacientes, empero, persiste la vergüenza, el secretismo y el estigma.

Oliver Sacks es profesor de neurología en la N.Y.U. School of Medicine y autor de “Hallucinations” (Alucinaciones), su próximo libro.

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Las palabras sin dueño y los versos de un sueño

Ballachulish View

Foto tomada por Michael Thallium en Ballachulish, Escocia (27 de octubre de 2012).

Las palabras son como las personas:
están ahí, en un libro, en la vida.
Nos enamoran o nos enamoramos de ellas,
según los ojos que miren.
Unas veces gustan;
otras, permanecen ignoradas hasta que alguien las descubre.
Es entonces cuando nace el amor.
Y según viene, se va,
como cuando se abre un libro o se cierra.
Las personas no tienen dueño:
son los versos de un sueño.

Michael Thallium, noviembre de 1999.

La creatividad nos engrandece

Adaptación al español del original inglés por Michael Thallium. Si deseas leer el original en inglés, visita: Global Personal Branding 3E de Amit Nagpal. “Uncovering our Greatness” (La grandeza al descubierto) es una columna mensual sobre cómo llegar a ser un gran ser humano y ofrece dos opiniones sobre el tema desde oriente (Amit Nagpal, en la India) y occidente (Michael Thallium, en España).

LA CREATIVIDAD NOS ENGRANDECE
Opinión de Amit Nagpal
Amit Nagpal

Amit Nagpal es un consultor de marca personal y coach para el éxito mundial. Amit tiene su base en Nueva Delhi, India y está especializado en marca personal con un toque holístico. Su filosofía es "amplíate como ser humano, sé excelente como ser en las redes sociales y evoluciona como ser de marca personal".

La verdadera premisa de esta serie de artículos (La grandeza al descubierto) es que nacemos con grandeza pero fallamos en reconocer nuestra grandeza, porque fallamos en descubrirla (al igual que, con frecuencia, fallamos en descubrir nuestro propósito de vida o nuestra pasión más profunda).

Antes que nada, recordemos que todos somos creativos (y olvidemos esa falsa idea de que solo unos pocos de nosotros somos creativos), solo que somos creativos de distintas maneras. Algunas personas son creativas con las palabras, otras con los sonidos, otras con las imágenes y algunas con la integración de todas ellas.

Estilos de aprendizaje y creatividad

Para comprender nuestro tipo de creatividad, es útil comprender nuestro estilo de aprendizaje predominante. Hay tres tipos principales de estilos de aprendizaje, a saber, visual, auditivo y kinestésico (los detalles se dan más abajo, recogidos de varias fuentes).

Estilo de aprendizaje

Descripción

Posibles áreas de expresión creativa

Visual

Ver y escribir

Animación, fotografía, videografía, escritura, pintura, etc.

Auditivo

Escuchar y hablar

Música, canto, actuación, teatro, etc.

Kinestésico

Tocar y hacer

Escultura, manualidades, baile, catas de té o vino, etc.

Híbrido (mixto)

Combinación de dos o más estilos de aprendizaje

Diseño de moda (visual + kinestésico)

Cine (visual + auditivo)

El estilo de aprendizaje visual conlleva el empleo de la vista u observación, por ejemplo, los dibujos, los diagramas, las demostraciones, escaparates y demás.

El estilo de aprendizaje auditivo conlleva el empleo de la escucha o discurso.

El estilo kinestésico conlleva algún tipo de experiencia física – tocar, sostener, hacer y experiencias sentimentales.

¿Adónde demonios se ha ido mi creatividad?
Una vez comprendido nuestro estilo de aprendizaje, también nos daremos cuenta de las posibles áreas de creatividad que podemos desarrollar. Con frecuencia, nuestra creatividad se ve suprimida o aniquilada en la vorágine de la vida moderna debido al pensamiento confuso que crean las distintas presiones. Aquí se puede ver (en inglés) cómo perdí y reconquisté mi creatividad por medio de la meditación: How I got back my lost creativity through Meditation.

Hay varias formas de fomentar o aumentar nuestra creatividad. Ya escribí un artículo al respecto que se puede leer (en inglés) aquí: How to boost your creativity.

Sacar nuestra fuerza divina (creatividad)

Hay dos escuelas principales de pensamiento en religión o espiritualidad. Una escuela de pensamiento dice que los seres humanos fueron creados a imagen y semejanza de Dios. Siendo Dios el creador, nosotros también tenemos poderes creativos (aunque frecuentemente los utilizamos de forma destructiva). La otra escuela de pensamiento dice que Dios no existe como tal y que hay distintos niveles de consciencia (y que Dios se manifiesta en cada una de las formas de vida). Según esta escuela, cuanto más alto sea el nivel de consciencia, tanto más creativo (o más divino) uno llegará a ser.

Así que deja que tu expresión creativa salga, deja que tu imaginación se desenfrene y recuerda lo que dijo Einstein: “La imaginación es más importante que el conocimiento”.

¿Estás preparado?

LA CREATIVIDAD NOS ENGRANDECE
Opinión de Michael Thallium

Michael Thallium es un coach mundial para la grandeza con sede en España. Michael ha pasado muchos años de su vida viajando por muchos países y continentes, navegando los mares, surcando los cielos alrededor del mundo. Desde 2008 está dedicado a sus pasiones: coaching, idiomas, comunicación y música.

Michael Thallium es un coach mundial para la grandeza con sede en España. Michael ha pasado muchos años de su vida viajando por muchos países y continentes, navegando los mares, surcando los cielos alrededor del mundo. Desde 2008 está dedicado a sus pasiones: coaching, idiomas, comunicación y música.

Yo diría que todos somos creativos desde que nacemos. Y realmente creo que es imposible vivir sin crear: el mero acto de vivir, de ser, es creativo. Sin embargo, no voy a concentrarme en ese tipo de creatividad que todos tenemos, sino en la creatividad que los demás reconocen en nosotros. ¡Deja que me explique! Yo me considero una persona bastante creativa y, con tal de que eso me sirva para sentirme mejor, por sí solo eso merece la pena. Nada que objetar al respecto. No obstante, en muchas ocasiones esa creatividad mía solo me sirve a mí, no a los demás, y si no sirve a los demás, entonces rara vez será reconocida. Te guste o no, todos vivimos en sociedad y, a menos que seas un anacoreta o un eremita, todos necesitamos el reconocimiento de los demás hasta cierto grado. Así, este tipo de creatividad del que hablo consta de tres elementos: imaginación, innovación y servicio. Este tipo de creatividad concierne a los demás, no solo a ti.

Puede que seas muy imaginativo, pero si no innovas, permanecerás en el mundo de la fantasía y, com mucha probabilidad, te quedarás ahí solo; y si eres imaginativo e innovador pero no sirves a los demás, entonces nadie sabrá de tu creatividad. Quisiera recordarte que las oficinas de patentes de distintos países están repletas de inventos que no tienen ningún uso para la mayoría de las personas y, por ello, nadie les presta atención.

Entonces, ¿significa eso que pintar, escribir, tocar música o hacer cualquier otra cosas por amor al arte no es útil? Por supuesto que no, pero lo que quiero decir es que si añadimos el elemento “servicio” a nuestra creatividad, nos comunicaremos con los demás y tendremos más posibilidades de mostrar nuestra grandeza y, aún más importante, ayudaremos a que los demás descubran la suya. Al final solo se trata de eso: convertirnos en seres humanos más grandes.

Podemos tener un mundo lleno de gente creativa, pero si su creatividad no tiene ninguna utilización, es decir, si no sirve a los demás, entonces no somos más que meros coleccionistas de montones de cosas creativas y ya está. Como dije al principio de este artículo, no podemos vivir sin crear. Sin embargo, lo que no dije fue que sí, somos creativos, pero desafortunadamente no somos conscientes de ello la mayor parte del tiempo. A veces, la consciencia sobre nuestra creatividad es muy baja. Y el mero hecho de aumentar esa “consciencia creativa” nos haría más grandes. ¿Has pensado alguna vez en todas esas cosas que haces a diario? ¿Cuánto cambiarían si saltases el listón de tus limitaciones y fueras creativamente consciente de ellas? Imagina que eres un saltador de altura, ¿dónde colocarías el listón de tu creatividad?

Ananda Sukarlan y la sinfonía “Turangalila” en Madrid

El lunes 15 de octubre de 2012 en el Teatro Real y el 17 en el Auditorio Nacional de Madrid se representará la sinfonía Turangalila de Olivier Messiaen interpretada por la Orquesta Sinfónica de Madrid dirigida por el alemán Ingo Metzmacher. Los solistas son mi amigo el maestro Ananda Sukarlan al piano y Valérie Hartmann a las ondas Martenot.

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Ananda Sukarlan: un mes atareadísimo

Ananda Sukarlan

Ananda Sukarlan, compositor y pianista.

Septiembre pasó y para mí fue un mes atareadísimo, aunque parece que estuviera disfrutando de la vida. El mes se abrió con mi concierto con la Orquesta Sinfónica Nusantara en Yakarta, y junto con mi amigo, el director de orquesta Addie MS, interpretamos la obra maestra de Yazeed Djamin, “Variación sobre la canción Sepasang Mata Bola” así como el breve “Concierto de Varsovia” del británico Richard Addinsell. El tema “Sepasang Mata Bola” es de una vieja canción del popular cantautor indonesio Ismail Marzuki, escrita durante los años de la guerra. Yazeed se las ingenió para elaborar y convertir esa canción en una especie de concierto para piano de 23 minutos, lo cual no es fácil si tenemos en cuenta que ni la propia melodía estaba completa. Incluso me contaron que Ismail Marzuki no sabía leer ni escribir notas, así que, obviamente, no pensaba en motivos melódicos ni en todas esas formas “intelectuales” de escribir música. De hecho, eso es lo mejor que hacía: escribir bellas letras y largas y sinuosas melodías. Para él era tan sencillo como abrir el grifo. Ojalá yo pudiera hacerlo sin todo ese conocimiento musical que adquirí durante mi educación y que solo sirvió para elevar el nivel de procrastinación y ansiedad al hacer cosas (artísticas). Beethoven sabía escribir toda una sinfonía jugando con un motivo tan tonto como tres notas cortas y una nota larga, pero prueba a darle una melodía larga y memorable como las de Ismail Marzuki y comprobar si sabría elaborarla para crear una sinfonía sin problemas. Recordad, jóvenes compositores: cuanto más sencillo y breve es un motivo, más fáciles y grandes son las posibilidades de elaboración.

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¿Por dónde iba? Ah, sí, un mes de septiembre atareadísimo. Después de esa actuación regresé a mi casa en España al día siguiente, pues tenía que escribir la música para la película “Hari Ini Pasti Menang” (”Hoy ganaremos”) del cineasta indonesio Andibachtiar Yusuf. La mayor parte de la música es para orquesta, y tuve la ayuda de mis amigos del Instituto de Música de Indonesia (IMI) para hacerla con el programa Reason 5. En un 90% Suena como una orquesta de verdad y, para hacerlo aún más real, también utilizo a algunos músicos humanos de verdad y los mezclo con los sonidos producidos por el programa informático. Escribir para orquesta, por supuesto, lleva por lo menos de 5 a 10 veces más de tiempo que escribir, por ejemplo, para piano solo; así que durante el pasado mes se hicieron unos 20 minutos de música orquestal para la película. El resto es para solos y música de cámara, y también toco algunas partes de piano (y solos) en la banda sonora. Gracias a Nia y Sammy del IMI por ayudarme con todos esos artilugios informáticos. Envío mi música a Sammy por ordenador y él convierte los sonidos y me los devuelve.

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Y durante la segunda mitad de septiembre, también comencé a practicar esa pieza gigante, colosal, pretenciosa que es la Sinfonía Turangalila de Olivier Messiaen. Es una obra para piano, ondas Martenot y gran (muy grande) orquesta que dura 1,5 horas, en diez movimientos. Tan solo la parte de piano tiene 140 páginas. No sé si es esta obra o el concierto para piano de Ferruccio Busoni la más larga del repertorio para piano y orquesta. He interpretado Turangalila varias veces, no todos los años, y siempre me acuerdo de lo más importante antes de salir al escenario: ve al baño, vas a tener que aguantar una hora y media en el escenario. También he hecho algo aún más pesado: interpretar “Veinte visiones del niño Jesus” del mismo compositor. Sí, son 20 movimientos y son para… ¡piano solo! También la he tocado varias veces, pero solo hasta hace siete u ocho años. Así pues, no hay descanso alguno, sin una orquesta que toque mientras tus pobres dedos descansan durante esa hora y media. Messiaen fue una especie de Bach del siglo XX, que escribió todo “dedicado a la gloria de Dios” y supongo que nosotros, los pobres músicos que interpretamos su música, deberíamos hacer todo lo posible por alcanzar es nivel sobrehumano de virtuosismo para estar más cerca de Dios. En cualquier caso, me queda apenas una semana, dado que el concierto está programado para el 15 de octubre en el Teatro Real de Madrid y se repetirá dos días más tarde, el 17 de octubre, en el Auditorio Nacional.

Bueno, basta de escribir y volvamos a practicar…

Ananda Sukarlan

(Adaptación al español por Michael Thallium. El original en inglés se puede leer en el blog del maestro Ananda Sukarlan. Para verlo, AQUÍ)

Si deseas leer más sobre Ananda Sukarlan, echa un vistazo a Ananda Sukarlan, España e Indonesia.

Coaching e innovación

¿Es la innovación solo un asunto de las tecnologías e industrias punteras? No, la innovación es también cambiar formas de pensar. Para promover el uso del vehículo eléctrico, la innovación y el cambio de paradigmas, grabamos el siguiente vídeo en los Talleres Clemente de Móstoles:

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