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Cómo lograr que los niños se interesen por la música de concierto (Parte VII)

Vamos con la última entrega de esta serie titulada Cómo lograr que los niños se interesen por la música de concierto. Para leer los anteriores artículos sobre este mismo asunto: Parte IParte IIParte IIIParte IVPart V, Parte VI.

A continuación la traducción al español que he hecho del artículo de Robert Greenberg, cuyo original en inglés se puede ver AQUÍ.

Sugerencia número tres para lograr que nuestros hijos se interesen por la música: películas y vídeos.

Gary Oldman parecidísimo al Beethoven de 38 años en “Amor inmortal”

Gary Oldman parecidísimo al Beethoven de 38 años en “Amor inmortal”

Somos criaturas visuales y, aunque generalmente no soy partidario de aumentar el tiempo frente a la pantalla en la vida de nuestros hijos, hay algunas películas que merece la pena ver.

(Para su información: no soy de ninguna manera ni autoridad sobre el asunto ni lo pretendo ser. Mis sugerencias son meramente las de un padre que intenta alcanzar una medida de paz en casa mientras hace lo mejor que puede para educar a sus hijos sin reducir sus cerebros a jalea de grosella negra. Todos y cada uno de los comentarios/sugerencias/ofertas de la cibervilla son bienvenidos y, ciertamente, esperados con entusiasmo.)

Para los más pequeños, yo recomendaría sinceramente películas como “Beethoven Lives Upstairs” (Beethoven vive en el piso de arriba), “Mr. Bach Comes to Call”, y “Pedro y el lobo” y “Fantasia 2000” de Disney. No andamos buscando la verdad histórica, solo la exposición a la música. Las grandes películas de musicales son también muy entretenidas. Para los niños un poco mayores recomendaría los clásicos habituales: “El mago de Oz” (aunque la malvada bruja de occidente puede asustar un poco a los niños menores de 6 años), “Mary Poppins”, “Annie”, “Vivir de la ilusión”, y las películas de Disney “La sirenita”, “El rey león” y “Chitty Chitty Bang Bang”. (Por razones personales, he omitido “Sonrisas y lágrimas”, ya que preferiría que me patearan hasta la muerte antes que volver a verla. Consideren esto un defecto de carácter.)

De las grandes óperas, la más apropiada para los jovencitos es, en mi más informada opinión, “La flauta mágica” de Mozart. La versión inglesa (DVD) que hizo el Met en 2011 y dirigida por James Levine es maravillosa.

También hay un conjunto excelente de vídeos de Disney Junior que se llama “Little Einsteins”. Cada episodio de la serie “Little Einsteins” se centra en una obra diferente de música de concierto y también enseña toda clase de terminología musical. A mis hijos les encanta.

Para los niños mayores hay, por supuesto, musicales, óperas y conciertos mucho más complejos donde elegir. Como “óperas” para principiantes, sugeriría (en lengua original; los niños mayores pueden leer los subtítulos) “Las bodas de Fígaro”, “Don Giovanni” y “El rapto del Serrallo” de Mozart, “El barbero de Sevilla” de Rossini, “Rigoletto”, “Il Trovatore” y “Aida” de Verdi, “Carmen” de Bizet, y “La Bohème” de Puccini. (Si realmente quieren ir a la moda, pongan “La Bohème” y “Rent” en noches consecutivas. La misma historia, pero distintos tiempos, lugares y música.)

Finalmente, para niños mayores, hay varias películas biográficas de compositores: que puede que nos encanten pero que deberían venir con una etiqueta de advertencia: “esta película no permite que la realidad se interponga en el camino de una buena historia”. “Amadeus” es una gran película, pero es más ficción que realidad. El mismo problema de realidad histórica y ficción dramática impregna “Amor inmortal”, aunque Gary Oldman es brillante y se parece asombrosamente al Beethoven treintañero (al contrario que Ed Harris en el papel de Beethoven en la ridícula “Copying Beethoven”). En cuanto a las que merecen la pena, “Impromptu”, con Hugh Grant como Chopin, Julian Sands como Liszt y Judy Davis y George Sand es mi película favorita de compositores. (He dejado fuera de esta lista “Lisztomania” y “Mahler” de Ken Russell, pues son películas que los mayores deberían ver después de que los peques se hayan ido a la cama.)

(No obstante, otra declaración explicativa: extraoficialmente, porque no es adecuada para la mayoría de niños, debo hablar de la que considero la única y mejor película de música que jamás se haya hecho: “This is Spinal Tap”. La – Unica – Y – Mejor – Película – Jamás -Hecha.)

Robert Greenberg

A continuación y para concluir esta serie, os dejo algunos enlaces a las obras que se mencionan en el artículo.

Aguardando vuestros comentarios,

Michael Thallium
GlobalGreatness Coach
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